That could be another morning like any other. A man entered the Metro station, is dressed in jeans, cheap T-shirt and is situated near the entrance ... removed a violin case and began playing with enthusiasm for all passengers, in the morning rush hour.
During the 45 minutes that he played the violin, was virtually ignored by all passengers at the Metro.
No one knew, that this musician was precisely Joshua Bell, one of the best violinists in the world, playing without stopping the most dedicated musical pieces of the story, with a very special instrument, a Stradivarius violin, estimated at a value of more than 3 million.
Days earlier, Bell had played in the Boston Symphony where the best places for the concert cost $ 1,000 a trifle of entry.
This experience has been recorded on video, shows men and women who walk very fast, everyone doing something, but all indifferent to the sound of the violin ...
CONCLUSION: We used to give value to things when they are in a given context. In this case, Bell, was a work of art itself, but out of context, an artifact of luxury without the brand label.
During the 45 minutes that he played the violin, was virtually ignored by all passengers at the Metro.
No one knew, that this musician was precisely Joshua Bell, one of the best violinists in the world, playing without stopping the most dedicated musical pieces of the story, with a very special instrument, a Stradivarius violin, estimated at a value of more than 3 million.
Days earlier, Bell had played in the Boston Symphony where the best places for the concert cost $ 1,000 a trifle of entry.
This experience has been recorded on video, shows men and women who walk very fast, everyone doing something, but all indifferent to the sound of the violin ...
CONCLUSION: We used to give value to things when they are in a given context. In this case, Bell, was a work of art itself, but out of context, an artifact of luxury without the brand label.
Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera. Un sujeto entra en la estación de Metro, va vestido con un pantalón vaquero, una camiseta barata y se sitúa cerca de la entrada...extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo paratoda la gente que pasa por allí, es la hora punta de la mañana.
Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro.
Nadie sabía, que ese músico, era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares.
Unos días antes, Bell, había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1000 dólares la entrada.
Esta experiencia que ha sido grabada en vídeo, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín...
LA CONCLUSIÓN: estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un determinado contexto. En este caso, Bell, era una obra de arte en sí mismo, pero fuera de contexto, un artefacto de lujo sin la etiqueta de la marca.
Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro.
Nadie sabía, que ese músico, era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares.
Unos días antes, Bell, había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1000 dólares la entrada.
Esta experiencia que ha sido grabada en vídeo, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín...
LA CONCLUSIÓN: estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un determinado contexto. En este caso, Bell, era una obra de arte en sí mismo, pero fuera de contexto, un artefacto de lujo sin la etiqueta de la marca.
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